Una de las mejores casa rurales en las que he estado. A escasos tres kiloemtros de Riópar y a uno de Riòpar Viejo. Situada entre la naturaleza se respira una calma total consiguiendo esa sensación de asilamiento que se busca para desconectar. Conchi, la encargada de la casa es un auténtico encanto y siempre está disponible para lo que haga falta, el trato ha sido exquisito.
Las habitaciones y los baños son grandes y tanto el salón como el porche son ideales para reunirse todos a comer, cenar o charlar. Los niños han disfrutado de lo lindo puesto que la parcela es ancha y existe una piscina, aunque no es de obra. La casa está más que equipada: Frigorífico, microondas,placa de inducción, menaje, televisión, vajilla, sartenes, cazuelas, paellas, etc….En el exterior hay un horno de leña y una barbacoa de obra que va de lujo. Sin duda, cuando tenga que volver éste será mi alojamiento. Eso sí, echarse una rebequica aunque sea verano, si bien no hace ahora el típico frío negro, si que se agradece.-